Por Dolores Argentina
La
semana pasada fue tapa de todos los diarios nacionales y provinciales el lanzamiento electoral de un compatriota
nuestro: el sanrafaelino Ernesto Sanz (noticia: http://www.lanacion.com.ar/1732796-con-duras-criticas-al-gobierno-ernesto-sanz-lanzo-su-candidatura-presidencial
; resumen del discurso: http://www.corrienteshoy.com/vernota.asp?id_noticia=170000#.VDNA3Fcw824).
Tiempos duros son los que corren, como todos sabemos, y quizás algún incauto,
de mucho antiK, peque de crédulo al considerar que este Sanz es un buen tipo y
puede ser una opción de “cambio”. Repasemos su currículum.
Sanz intendente
El 04
de junio de 2009 se publicó en el diario Los Andes una nota peculiar que
llevaba un muy sugestivo título: “Campaña sucia: cubrieron el sur de panfletos
contra Sanz” (http://archivo.losandes.com.ar/notas/2009/6/4/politica-427805.asp).
La movida -al parecer llevada a cabo por algún pillo peronista- había
consistido en empapelar las ciudades sureñas, especialmente la nuestra, con las
siguientes consignas:
¿Qué hizo
Ernesto Sanz
por San
Rafael y por nuestro barrio
como
Intendente o Senador Nacional?
NADA
Cómo creer
lo que nos promete ahora, si en el 2007
dijo que
Cobos era un mal gobernador y lo hizo echar de su partido.
Ahora quiere
caminar el barrio como “gente de Cobos”.
Sanz lleva
22 años viviendo de la política.
El
cartelito tiene que haberle caído gordo al dirigente radical. Durante tiempo de
elecciones, como sabemos, siempre hubo lugar para la chicana y la ironía. Pero
pocas veces un panfleto dio tan en el clavo como éste. Porque precisamente el
mayor logro que se le puede adjudicar a nuestro compatriota es el de ser
CANDIDATO A PRESIDENTE DE LA NACIÓN SIN JAMÁS HABER MOVIDO UN DEDO POR EL BIEN
COMÚN, ni como intendente ni como senador. Según nos lo evidencia su carrera
política (ver currículum aquí: http://www.iae.edu.ar/SiteCollectionDocuments/Antiguos/Asamblea2014/CV_sanz.pdf)
el único cargo propiamente de gestión que ejerció el sanrafaelino fue el de
Intendente. ¿Qué hizo como Intendente? Absolutamente nada. Los únicos hechos
relevantes que marcaron su gobierno fueron
los disturbios del año 2001, cuando el pueblo de nuestra ciudad se
despertó harto de tanta ineficacia corrupta y decidió arremeter contra los
funcionarios de turno. Ese día Don Ernesto Sanz se encerró en la Municipalidad
temblando de pies a cabeza. Bien se debe acordar de ello. Más tarde -aquietados
ya los ánimos y con las elecciones del 2003 pisándole los talones- organizó un “gran
operativo” para repintar las líneas de estacionamiento y las sendas peatonales
de la ciudad. ¡Obra titánica! Y para completar el panorama, en su último
discurso dijo que pasaría a la historia como el “intendente del agua” por las “grandes
obras” que había emprendido en este ámbito. ¡Qué pedazo de caradura!
Así
las cosas. La cuestión es que NADIE en su tierra nativa le tiene estima, pues todos
aquí lo conocemos bien y sabemos de su total ineficacia a la hora de ejercer un
mando político. Si bien no somos partidarios de los números, es significativo
que luego de aquella penosa intendencia Sanz jamás volviera a cosechar un buen
porcentaje de votos en nuestro departamento.
Sanz senador
Luego
de su período en la Municipalidad de San Rafael, Sanz lanzó su candidatura a
gobernador de la provincia. ¿Qué estructura tenía? Ninguna. ¿Tenía acaso
contacto con los gremios, los sindicatos o con alguna agrupación obrera?
Ninguno. ¿Gozaba, por lo menos, del apoyo y la simpatía de los sanrafaelinos?
Nada de nada. Completamente en el aire y con el único respaldo de una buena
cantidad de plata para propaganda, Sanz se lanzaba a competir con Cobos por la
candidatura radical al Gobierno de Mendoza. ¿Qué sucedió? Al acercarse las
elecciones decidió “sacrificarse” por el partido y abandonar sus pretensiones a
gobernador para “resignarse” con el humilde puesto de senador nacional. En otras
palabras, sin ningún respaldo político el sanrafaelino se subía al caballo de
Cobos y conseguía lo que había pretendido desde el principio: un cargo
legislativo nacional. Cobos ganó en Mendoza y tras él se “coló” este
desconocido que se llama Ernesto Sanz.
Por
supuesto, desde su banca legislativa se preocupó poco de trabajar y mucho de
hacerse conocer. Desde aquel entonces, el sanrafaelino ha ido deslizándose con
mucha inteligencia en el ámbito político nacional. Su única virtud -si es que
se lo puede llamar virtud- es el haberse hecho conocer y constituir hoy una “opción
para el cambio”, a pesar de que su única experiencia de gestión había sido
pésima.
Como
senador también tuvo la audacia de hacer echar a Cobos del partido radical
cuando éste accedió a ser candidato a vicepresidente de Cristina Kirchner. Sanz
dejaba afuera, de esta manera, al hombre que lo había llevado a la banca en el
senado… Pero el disgusto no duró mucho tiempo y dos años más tarde, luego de
que el vice diera su voto “no positivo”, se reconciliaban con bombo y platillos
y Cobos volvía a integrar el partido radical mendocino. ¡Qué gente
conciliadora! ¿No creen que habría algún que otro interés personal entre tanto
besuqueo? Pues sí: Sanz, que otra vez estaba en pampa y la vía y necesitaba
renovar su período como senador, se subió otra vez al caballito de la repentina
popularidad de Cobos y logró la reelección. En San Rafael, la derrota del
radicalismo fue estrepitosa y no porque los peronistas sean aquí muy queridos,
sino porque en nuestro departamento, precisamente, el nombre de Sanz irrita los
ánimos. “Los peronistas roban pero hacen”, comenta la gente. Sanz ni eso.
Como
es evidente, en su larga carrera como Senador Nacional, Ernesto Sanz ha
pronunciado numerosos y apasionados discursos. Varias veces, por ejemplo, ha
tenido el “coraje” de denunciar la corrupción. ¡Qué tipazo! Ahora bien, Señor
Sanz, siendo Ud. senador y jefe de un partido con varios diputados y senadores
en el Congreso, ¿me puede explicar porque no promovió nunca el juicio político
que ordena la Constitución Nacional (arts. 45, 51 y 53, y 53,59 y 60
de la "reforma" del 94) contra los Presidentes sospechosos de haber
cometido delitos o mal desempeño? ¿Hay que esperar que sea Ud. presidente de la
Nación para que se "investigue"? ¿Quién nos garantiza que su
investigación será sincera y no será igual a su inoperancia como presidente del
radicalismo y como Senador? Lejos de eso, el radical se vio envuelto a finales
del año 2010 en una serie de denuncias que lanzó la ex radical Carrió contra él
y sus secuaces por haber recibido dinero del kirchnerismo para ausentarse de la
sesión que decidiría el presupuesto nacional para el año siguiente. El
honestísimo Ernesto Sanz, como es evidente, salió indignado a rechazar las “mentiras
infames” de la gorda Carrió y entonces se armó una pelotera que mamma mia. No vaya a creer el lector,
sin embargo, que estos señores no pudieran luego reconciliarse e ir juntos -como
lo hicieron y hacen en el Frente UNEN- para las elecciones del año pasado y del
año próximo. ¡Tienen una capacidad conciliatoria envidiable!
Y
como frutillita del postre, el sanrafaelino tuvo la desfachatez de votar a
favor de la ley del Putimonio a despecho de la opinión de los mendocinos sobre
el tema. Sí, el putimonio es aberrante aunque la mayoría diga lo contrario. Pero
si la mayoría favorece la familia y rechaza el putimonio… ¿por dónde se pasan
la tan mentada “democracia” nuestros políticos?
Sanz presidenciable
Sanz
no es en absoluto presidenciable. Luego de muchos años como Senador, ha amasado
suficiente plata y ha reunido suficientes contacto políticos como para ser precandidato
a presidente, pero no le da el piné para presidente. ¿Cómo? ¿De qué me perdí?,
preguntará el lector. Pues sí: Sanz ha lanzado su precandidatura a presidente
para poder bajarse el año que viene y negociar alguna otra cosa. Negociar -por qué
no- una alianza con Macri. Y esto no es una opinión mía, sino de varios analistas
políticos, entre ellos, Guillermo Cherasny (http://informadorpublico.com/2014/07/21/aunque-hoy-lo-nieguen-en-enero-despuntaria-la-formula-macri-sanz-avalada-por-carrio/).
Con
un apasionado y polémico discurso, el sanrafaelino lanzó el pasado 3 de octubre
de 2014 su precandidatura para las elecciones del año próximo (si teníamos
bastante con candidatos, ahora encima nos vienen con “precandidatos”). Su
discurso podría resumirse en dos palabras: montaje y mentira. En efecto, Sanz
es la mejor imagen de nuestro sistema democrático: todo montaje, todo plata,
todo contactos políticos y nada de política en serio. Sanz, como todos los
atorrantes que conforman nuestra clase dirigente, es el típico ejemplo del
artificial montaje, hecho exclusivamente de plata y palabras bonitas, con que
nuestros políticos llegan al poder. Detrás de ellos no hay ni gente, ni agrupaciones,
ni méritos de gobierno: solamente hay plata y contactos. Esto explica por qué siempre
los candidatos más prestigiosos naufragan tan rápido como subieron en el vasto
mar del “son todos iguales”. Bien les cabe a todos ellos el paradigma antiguo
del “eterno retorno”, pero en clave moderna. Todos son cómplices de la
corrupción que aqueja a la Argentina y ninguno está dispuesto a extirpar este
mal porque en ello se jugarían sus propios intereses. Todos, sin excepción,
participan del pacto de silencio que les permite volver una y otra vez a la
escena política.
El
argentino común, cansado ya de miserables y corruptos, rápidamente se
entusiasma con alguno de los candidatos y lo vota sin conocerlo. Y siempre gana
el que tiene mejor propaganda. Aunque ese desconocido no haya nunca ejercido un
cargo de gestión. Aunque únicamente lo haya hecho en una intendencia perdida de
nuestro país y de la manera más ineficaz y pobre que pueda imaginarse. El tan
mentado “cambio”, estimado lector, no es más que en un enroque de nombres. Los
problemas estructurales de nuestro país, tales como la corrupción y la
inseguridad, NO SERÁN SOLUCIONADOS NUNCA POR ESTA CASTA DE ATORRANTES
RECICLADOS QUE NOS GOBIERNA. No nos engañemos: Ernesto Sanz y todos los secuaces
de su generación “hace más de veinte años que viven de la política”.
Termino
con unas palabras que el precandidato pronunciara en su discurso del pasado 4
de octubre refiriéndose al gobierno nacional y que nosotros aplicamos a nuestra
clase dirigente por entero. Nuestros políticos lo único que han hecho, hacen y
harán es “manipular la angustia de la gente en lugar de resolver sus problemas;
hacerse rico en el poder, mientras se simula proteger a los pobres”.
Centinela, alguna vez escuché que este hombre era masón, puede ser? Él lo ha dicho abiertamente?
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